Durante los días 4 y 5 de julio se ha celebrado entre Bilbao, Gernika-Lumo y Forua el Curso Internacional de Verano de la UPV/EHU sobre Comunidades Energéticas, cuyo eje principal es el empoderamiento a través de la energía sostenible. En él se ha explorado el potencial transformador de los barrios energéticamente positivos como semillas de ciudades descarbonizadas y sostenibles.
Los asistentes se han sumergido en las oportunidades que ofrecen las oficinas de proximidad, abordando teorías, estrategias prácticas y experiencias tangibles a través de bancos de pruebas en los que han participado partes interesadas en procesos de regeneración urbana. Además, se han realizado visitas guiadas a casos de éxito como la ‘Otxar Opengela’ de Otxarkoaga en Bilbao y la comunidad energética Tek San Fidel en Gernika-Lumo.
El principal objetivo de este curso era proporcionar a los participantes un conocimiento profundo de las comunidades energéticas como modelo innovador de generación y gestión sostenible de la energía. Una vez finalizado, ya estarían capacitados para liderar iniciativas de barrios energéticos, aplicando soluciones prácticas y sostenibles en sus propios entornos.
La jornada inaugural corrió a cargo de Ignacio de la Puerta, director de Planificación Territorial y Agenda Urbana del Gobierno Vasco y líder del proyecto BIRTUOSS (Programa Opengela); Momir Tabakovic, profesor e investigador Universidad de Ciencias Aplicadas Technikum Wien, y Jokin Garatea, director del curso de verano y responsable internacional de GAIA.
De la Puerta abrió el curso de verano con una perspectiva desde la administración pública y el trabajo gubernamental en la extensión del modelo desarrollado con el Programa Opengela en Euskadi. Asimismo, afirmó que “las comunidades energéticas y los distritos de energía positiva son la vanguardia de la transición energética, y que “estos conceptos implican que las comunidades locales generen, gestionen y consuman energía de forma sostenible”. El objetivo es conseguir “barrios amigables, habitables y digitales” con “instalaciones de producción de energía compartidas en los barrios que los conviertan en barrios de balance energético positivo”, generando nuevas oportunidades de actividad económica ubicadas en el propio barrio, como pueden ser los espacios de coworking, lo que incidirá en su revitalización.
Tabakovic expuso el ejemplo de las comunidades y distritos energéticos dentro del proyecto Prolight, del que es coordinador. Tiene como objetivo capacitar a la ciudadanía de los distritos participantes para que se conviertan en socios activos y responsables de la necesaria transición hacia una baja emisión de carbono. Esos seis distritos de demostración se encuentran en Viena, Milán, Gernika-Lumo, Vaasa (Finlandia), Matosinhos (Portugal) y Kozani (Grecia). Y, de hecho, en cuatro distritos (Gernika-Lumo, Milán, Matonsinhos y Kozani) ya han obtenido unas conclusiones preliminares.
Garatea dijo que, en el contexto de eficiencia energética, los bancos de pruebas juegan un papel crucial en testear y refinar tecnologías innovadoras y estrategias para la renovación energética. Proveen un entorno dinámico para la experimentación, el aprendizaje y la ampliación de prácticas de éxito.
Después, se exploraron los principios y ventajas de las oficinas de proximidad, trabajando como ventanillas únicas en la sostenibilidad energética, de la mano de Txari Vallejo, arquitecta de Viviendas Municipales de Bilbao; Nagore Urrutia, del grupo de investigación CAVIAR UPV/EHU, y Michael Heidenreich, del departamento de Energías Renovables de la Universidad de Ciencias Aplicadas Technikum Wien. Para ello, se presentaron casos prácticos que ponen de relieve los beneficios tangibles y las mejores prácticas en vinculadas a los proyectos BIRTUOSS (programa Opengela) y Prolight.
Vallejo explicó los principios del enfoque del programa Opengela, su aplicación en distintos contextos y los resultados conseguidos a través de esta implementación. Esta metodología subraya la importancia de la participación comunitaria, las soluciones a medida y el aprovechamiento de los recursos locales. También describió el caso de Otxarkoaga en Bilbao, con su oficina de proximidad, denominada Otxar Opengela. “Queremos que este barrio se convierta en el centro de la regeneración urbana en Bilbao y un ejemplo para todos”, enfatizó. En términos de energías renovables, habló de la instalación de entre 18 y 24 placas fotovoltaicas en Otxarkoaga, en uno de los edificios de la calle Txotena.
Urrutia explicó que en la regeneración urbana la mayoría de las obras de construcción están relacionadas con la energía. “Está bien centrarse en soluciones pasivas, en la arquitectura de los edificios. De hecho, es la solución más democrática que podemos ofrecer. Es para todos”, ha dicho. También existen las soluciones activas, que mejoran la eficiencia energética en el acondicionamiento térmico y permite un mayor control de las temperaturas interiores.
Aun así, Urrutia advirtió de que todavía existe una brecha energética en España causada principalmente por la inexactitud de la modelización física de los edificios y del comportamiento de los inquilinos. Y aquí es donde las ventanillas únicas u oficinas de proximidad se convierten en un elemento esencial, ya que pueden empoderar y aumentar la concienciación del uso de la energía entre los vecinos y las vecinas. Asimismo, hizo hincapié en la importancia de los cursos que se imparten sobre el uso de la energía en el día a día.
Sobre las ventanillas únicas también habló Heidenreich, que también forma parte del proyecto Prolight, y que, según él, “deben ofrecer consejos integrales en eficiencia energética y proyectos solares, cubriendo aspectos técnicos y administrativos”, ya que “el término de comunidad energética es de reciente creación y necesita darse a conocer entre la gente”.
Jokin Garatea e Irene Bertolami, investigadora en Eurac Research, compartieron experiencias en la creación de comunidades energéticas y abordaron estrategias de participación e identificación de múltiples beneficios para los ciudadanos y los barrios.
Ambos coincidieron en la importancia de la comunicación y de la aceptación de estos proyectos por parte de la ciudadanía y los stakeholders para involucrarse en ellos. Deben sentir que forman parte de esas comunidades energéticas y experimentar de primera mano los impactos positivos del proyecto. Garatea puso el ejemplo de Tek San Fidel en Gernika, proyecto de Prolight, en el que a través de un acercamiento cultural y creativo se ha conseguido involucrar a la ciudadanía mediante colaboradores como Ikastola San Fidel y la Kultur Etxea, que forman parte de la iniciativa.
Alessandro Rancati, del Laboratorio de Políticas de la UE y experto en la Nueva Bauhaus Europea; Matina Di Gallo, gestora de proyectos en Planet Idea, y Paula Ferrando, analista de proyectos de GNE Finance, se refirieron a la importancia de la participación comunitaria en el éxito de los barrios.
Rancati advirtió de que un barrio es un “sistema adaptativo complejo” donde no se puede predecir la respuesta basándose en parámetros racionales, que está basado en la coevolución y donde no se pueden predecir los “talentos ocultos” de la comunidad. Así, pueden existir diferencias culturales, conflictos de intereses y prioridades, condiciones preexistentes y eventos inesperados. También mencionó la necesidad de comunicar, pero con un propósito de aprendizaje, de que ningún modelo de gobernanza es perfecto y que la transparencia, que en ocasiones es económicamente costosa, necesita apoyarse en la confianza.
Di Gallo presentó el proyecto D2FX, desarrollado por Planet Smart City, en el que se llevan a cabo iniciativas innovadoras como la gamificación para involucrar activamente a los residentes en la gestión de la energía y en el que reciben recompensas fomentando así la unidad y demostrando que los esfuerzos individuales benefician a todos.
Ferrando explicó el proyecto SHAPE-EU y puso cuatro ejemplos de proyectos que han servido como inspiración para otros como han sido el de Vilawatt en Viladecans; el de la comunidad energética en Luče (Eslovenia), la primera que desarrolló en el país; el de la cooperativa Watteco en Cataluña que ayuda a familia y comunidades a conseguir autosuficiencia energética, y el de Las Naves Brillen en Valencia.
En la última charla del día, Pablo Agustín, investigador de TECNALIA Investigación e Innovación, y Noelia Ortiz, directora técnica de BUILD:INN, exploraron el potencial de las energías renovables a nivel de distrito; presentaron varias soluciones tecnológicas y materiales innovadoras de 360º para la renovación de viviendas con el fin de construir barrios energéticamente positivos y la aplicación con éxito en proyectos de la UE como BIRTUOSS y drOp (concretamente en el barrio de Santa Ana en Ermua).
El segundo día del curso ha transcurrido en Gernika, concretamente en el auditorio de la Ikastola San Fidel, con una visita a la comunidad energética local que tiene la escuela, denominada TEK San Fidel. Cuenta con 200 placas fotovoltaicas que ocupan una superficie de 600 m2 y permiten a 150 hogares y comercios del entorno consumir energía renovable y reducir su factura eléctrica. Además, evita la emisión de 885 toneladas anuales de CO2, equivalentes a plantar 3.500 árboles que absorban CO2 durante 25 años.
Después, se ha explorado el contexto de las comunidades energéticas en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai de la mano de Jose Maria Gorroño, alcalde de Gernika-Lumo; Mikel Magunazelaia, alcalde de Forua, y Javier Zuazola, director comercial de EDINOR mediante casos prácticos que ponen de relieve beneficios demostrables.
Para finalizar, Ugaitz Gaztelu, cofundador de View arkitektura y profesor de la Universidad del País Vasco; Jokin Garatea, consejero de Sostenibilidad de Forua, y Alba Juncal, del Grupo de Investigación CAVIAR UPV/EHU, han debatido sobre la sostenibilidad y escalabilidad para construir barrios con energía positiva. Así, se ha hablado sobre los modelos de renovación sostenible para la eficiencia energética; la adopción de soluciones basadas en la naturaleza en la zona, y más concretamente, del proyecto iCOSHELL de la UE, y las buenas prácticas de barrios de energía positiva.
Una vez acabadas las ponencias, los participantes han puesto en práctica todo lo aprendido a través de un trabajo artístico conjunto y han visitado proyectos de eficiencia energética y de soluciones basadas en la naturaleza en Forua.