Representantes de las 14 entidades socias durante la reunión de lanzamiento del proyecto.
Euskadi puso en marcha en 2019 el modelo Opengela de regeneración urbana en el que se implantan oficinas de proximidad en los barrios. El éxito de la iniciativa ha supuesto que la Comisión Europea haya concedido financiación para un nuevo proyecto -llamado BIRTUOSS– a través del programa LIFE, que abarcará los próximos tres años. Servirá para dar continuidad al proceso de regeneración urbana, que ahora se reforzará con la integración de aspectos sociales, económicos y medioambientales.
Opengela nació en 2019 como un proyecto financiado a través del programa marco europeo Horizon 2020. Durante casi cuatro años, se desarrolló un modelo de gestión formado por una red de oficinas de barrio que acompañan al vecindario en la rehabilitación de sus edificios aportando -además de asesoramiento experto en temas técnicos y financieros- la cercanía y confianza necesarias durante el largo proceso que esas actuaciones suponen. Se partió de dos experiencias piloto en los barrios de Otxarkoaga (Bilbao) y Txonta (Eibar) y en este momento el modelo se está extendiendo en una veintena de barrios de Euskadi.
“El éxito del primer proyecto Opengela y su replicación a otros municipios ha sido clave para que la Comisión Europea haya renovado su confianza en el modelo vasco de regeneración urbana” afirma Ignacio de la Puerta, director de Planificación Territorial y Agenda Urbana del Gobierno Vasco y coordinador del proyecto BIRTUOSS. “En este proyecto que ahora comienza continuaremos con el enfoque basado en un modelo de gestión que se pueda extender a todos los barrios de Euskadi, a través de las oficinas de proximidad. Pero aportaremos un enfoque más sistémico, poniendo en marcha fórmulas innovadoras para que, además de la intervención en los edificios, se incorporen otras actuaciones con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los barrios”.
El proyecto aporta la visión integral de la regeneración urbana, centrándose en un sistema de gestión para todo Euskadi, con cinco claves: la descarbonización a escala de barrio (no solo de cada edificio), la incorporación de las soluciones basadas en la naturaleza en el entorno urbano, la perspectiva territorial del despliegue de este modelo de intervención contando con el liderazgo de las administraciones públicas en colaboración con el sector privado, basado en la consolidación del modelo de oficinas de proximidad y la aplicación de fórmulas asequibles de financiación.
Se trata, en definitiva, de obtener mejoras en el aspecto social, económico y ambiental en la vida de las ciudades. Y para conseguirlo, BIRTUOSS contará con la participación de 14 socios tanto del ámbito institucional como del sector privado, fundaciones, clústeres y organismos europeos.
El consorcio está liderado por la Dirección de Planificación Territorial y Agenda Urbana del Gobierno Vasco. También se incluyen el Ente Vasco de la Energía (EVE), Viviendas Municipales de Bilbao (VVMM), los clústeres de Medio Ambiente (Aclima), Construcción (Eraikune) y Conocimiento y Tecnología (GAIA), el grupo de investigación CAVIAR de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), EDE Fundazioa, la cooperativa Cíclica (especialista en estrategias de descarbonización), así como empresas expertas en financiación (GNE Finance), comunicación (Gabineteseis) y asuntos europeos (Zabala Innovation), y también dos organismos de ámbito europeo como Fedarene (Federación Europea de Agencias y Regiones para la Energía y Medio Ambiente) y el Consejo para la Edificación Sostenible de España (GBCe).
El proyecto tendrá como banco de pruebas la barriada de Torreurizar, en Bilbao. La oficina de proximidad allí instalada experimentará distintas fórmulas en los ámbitos social, económico y ambiental, con un enfoque basado en la co-creación con el vecindario y con el objetivo de que en un futuro se puedan aplicar y escalar en otras ciudades no solo de Euskadi sino también en España y Europa.
Torreurizar, situado en el barrio bilbaíno de Irala, cuenta con 25 portales y 264 viviendas cuyo proceso de rehabilitación ya ha comenzado. La oficina de proximidad que atiende al vecindario también ha echado a andar.