Entre las diferentes miradas que se aplican a los procesos de regeneración urbana, la perspectiva de género no ha ocupado tradicionalmente un lugar destacado. Sin embargo, un análisis cercano puede aportar muchas pistas sobre las implicaciones de lo urbano en la desigualdad de género.
Sonia De Gregorio, investigadora del Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, ha realizado un exhaustivo trabajo sobre la perspectiva de género en la regeneración urbana en el ámbito de la Agenda Urbana de Euskadi, denominada Bultzatu 2050. Está disponible en este enlace.
Este trabajo, encargado por la Dirección de Planificación Territorial y Agenda Urbana del Gobierno Vasco, se fija entre sus objetivos “guiar a quienes potencialmente puedan estar involucrados en programas de regeneración urbana en el País Vasco, con el fin de que den lugar a estrategias que se caractericen por un enfoque integrado con perspectiva de género”. De esta manera pretende, por un lado, “avanzar en la definición de estrategias de regeneración urbana que incorporen la perspectiva de género (con capacidad demostrativa transferible a otros proyectos)” y, por otro, “potenciar y consolidar el cambio de valores necesario para la igualdad”.
El trabajo reclama que se tenga en cuenta “la realidad y las necesidades de las mujeres en el marco de las estrategias de regeneración”. Pone la mirada sobre todo en barrios vulnerables y reclama, entre otras cuestiones, que dentro del proceso de participación se debe tener en cuenta la perspectiva de género con el fin de escuchar la voz de todos los grupos sociales, y dentro de ellos la voz de las mujeres.
Sonia De Gregorio, que ha contado con la colaboración de personal del Servicio de Regeneración Urbana de la Dirección del Gobierno Vasco, aporta pautas para definir las estrategias que establezcan indicadores que permitan “medir” cómo las actuaciones que se implementan contribuyen a dar respuesta a la realidad y necesidades específicas de las mujeres.
La investigadora se ha fijado tres ejes transversales, como también hacen las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) de Euskadi: la perspectiva de género, la acción por el clima y la salud urbana.
¿Y por qué aplicar esta perspectiva de género en la regeneración urbana? La clave está en “la capacidad transformadora que tiene la política de regeneración”, que debe usarse “para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres como una prioridad de actuación”.
Un diagnóstico en Otxarkoaga
De Gregorio aporta ideas para tener en cuenta la perspectiva de género en cuestiones que, aunque puedan parecer pequeñas, modifican de forma sustancial el modelo actual. Hay actuaciones que mejoran, por ejemplo, la vida cotidiana de las personas que realizan el trabajo del cuidado (en su mayoría mujeres).
También se definen posibles mejoras en el espacio público desde el punto de vista de la “caminabilidad”, es decir, hacerlo más amable y atractivo para caminar. O también desde la perspectiva de la “seguridad percibida”, así como de la “renaturalización y el confort climático”.
Dentro de este trabajo se ha desarrollado una prueba en el barrio de Otxarkoaga, con un diagnóstico y una propuesta de intervención piloto para implantar una serie de actuaciones encaminadas a integrar la perspectiva de género en la regeneración urbana del barrio bilbaíno.